Relato #3: Murmullos

-Un chico?- pregunta incrédula
-Si, uno que vino la otra vez a buscarte pero habías salido con Tara y no regresaste hasta tarde.
Juno sonríe, la sola mención de su amiga ‘cirquera’ le trae a la mente las piruetas que, siempre que podía, la ve hacer
-Ah, vale. Menos mal que se fue antes de que volviéramos. No sé ni siquiera que querría de mí y yo no tengo nada que decirle a nadie…
De pronto entran muchos clientes atropelladamente y el pequeño restaurante se ve lleno de gente que atender.
Varios pares de manos se ponen en acción y vuelan sobre las mesas repartiendo menús, recogiendo platos sucios, anotando pedidos, cortando verduras, echando condimentos, lavando trastes, llevando las bebidas….
Mientras ayuda, Juno tiene la oportunidad de oír lo que los clientes hablan. Es lo único bueno que trae vivir en una colonia del sector bajo. Las noticias son siempre emocionantes y aterradoras. Frases sueltas llegan a sus oídos.
‘…no, el viejo de la mansión….exacto….pero dicen que ayer nadie lo encontró… una banda…asesinos… también el hijo de la de la tienda…la chica de atrás…suicidio…no, para nada’
Mientras sirve los platos analiza la información, intentando dicernir donde acaba una frase y empieza otra. Para cuando llega la hora de recogerlos ya sabe mas o menos de quien hablan, es que en esos callejones todos conocen a todos o a la mayoría...
Un chico está parado en la entrada. Sus ojos estudian el lugar. Su mano derecha se mueve inquieta y balancea suavemente la guitarra que lleva en ella.
Juno voltea y lo ve.
Él se dirige a ella.
Ella da un paso hacia atrás.

 

(la imagen no es mia ni tiene mucho que ver con el texto, 

solo la puse porque me gustó y para que no se vea texto texto texto nada más)